Infección dental (niños)
A su hijo le han diagnosticado una infección dental. La causa de una infección dental son bacterias que están dentro de un diente o muela. Estas pueden entrar en un diente o una muela si este tiene una grieta o una caries. Las caries se presentan cuando la higiene de la boca no es buena y la dieta no es adecuada. Las rajaduras por lo general son provocadas por una lesión dental. A veces, una infección dental puede provocar un absceso. Un absceso es una zona con líquido (pus) dentro del diente o de las encías.
Los síntomas de una infección o un absceso dental incluyen dolor agudo o palpitante (como latidos). El diente o la muela tienen sensibilidad al calor, al frío o a la presión. Las encías pueden verse rojas e hinchadas. También es posible que su hijo tenga la mandíbula o el cuello hinchado y fiebre. Algunos niños sienten un gusto amargo en la boca o tienen mal aliento.
Se recetan antibióticos para tratar la infección. En algunos casos, el niño puede necesitar un tratamiento de conducto radicular para salvar el diente o la muela. En casos muy poco frecuentes, el niño puede necesitar cirugía para vaciar el absceso.
Cuidados en el hogar
El proveedor de atención médica de su hijo puede recetarle medicamentos para la infección, el dolor y la fiebre. También es posible que se le indique usar suplementos de fluoruro para ayudar a prevenir las caries dentales. Siga todas las instrucciones para darle esos medicamentos a su hijo. Si le recetan un antibiótico, asegúrese de darle todo el medicamento por la totalidad de los días indicados hasta que se termine. Continúe dándole el medicamento aunque su hijo ya no tenga síntomas.
Cuidados generales
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Aplique una compresa de hielo durante un máximo de 20 minutos varias veces al día. Esto ayuda a calmar el dolor y a aliviar la hinchazón. Para hacer una compresa de hielo, coloque cubos de hielo en una bolsa plástica que pueda cerrarse. Envuelva la bolsa en una toalla fina y seca antes de colocarla sobre la piel de su hijo.
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Haga que su hijo se enjuague la boca con agua tibia con sal. Esto ayudará a reducir la irritación, la hinchazón de las encías y el dolor. Asegúrese de que su hijo no trague el agua del enjuague.
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Ayude a su hijo a desarrollar buenos hábitos de higiene bucal. Cepille los dientes de su hijo o haga que el niño se los cepille por lo menos dos veces al día. Use una pasta dental con fluoruro y un cepillo de dientes con cerdas suaves. Ayude a su hijo con las zonas que son difíciles de alcanzar, por ejemplo, las muelas de atrás.
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Ofrezca a su hijo alimentos saludables variados para comer. Haga que el niño siga una dieta saludable que no incluya muchos alimentos o bebidas azucarados.
Notas especiales para los padres
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Bebés de 6 a 11 meses. Los dientes comienzan a salir aproximadamente a los 6 meses. Cepille los dientes de su hijo para prevenir la aparición de caries. Asegúrese de le hagan un chequeo dental apenas le salgan los dientes. Pregunte al dentista con qué frecuencia deberían revisar los dientes de su hijo.
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Niños entre 12 meses y 3 años de edad. Para cuando el niño cumple 3 años, tendrá la totalidad de los dientes de leche. Es importante cepillar los dientes del bebé para prevenir las caries. Si aparecen en un bebé, pueden afectar los dientes permanentes.
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Niños de 6 años en adelante. Los dientes permanentes empiezan a salir alrededor de los 6 o 7 años. Es importante cepillar los dientes permanentes para evitar que se formen caries. Asegúrese de que su hijo reciba chequeos dentales regulares. Pregunte al dentista con qué frecuencia deberían revisar los dientes de su hijo.
Atención de seguimiento
Programe una cita de seguimiento con el dentista u otro proveedor de atención médica de su hijo, o según lo que se le haya indicado.
Cuándo debe buscar atención médica
Llame al proveedor de atención médica de su hijo de inmediato ante cualquiera de las siguientes situaciones:
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Fiebre (consulte "La fiebre y los niños" a continuación)
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Dolor e hinchazón en el cuello o en la cara de su hijo
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Náuseas o vómitos
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Enrojecimiento o hinchazón que no desaparecen
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Dolor que empeora
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Salida de líquido maloliente del diente
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Dolor de cabeza
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Síntomas nuevos
La fiebre y los niños
Use un termómetro digital para tomar la temperatura de su hijo. No use un termómetro de mercurio. Hay termómetros digitales de distintos tipos y para usos diferentes. Por ejemplo:
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En el recto (rectal). En los niños de menos de 3 años, la temperatura rectal es la más precisa.
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En la frente (lóbulo temporal). Sirve para niños de 3 meses en adelante. Si un niño de menos de 3 meses tiene signos de estar enfermo, este tipo de termómetro se puede usar para una primera medición. Es posible que el proveedor quiera confirmar la fiebre tomando la temperatura rectal.
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En el oído (timpánica). La temperatura en el oído es precisa a partir de los 6 meses de edad, no antes.
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En la axila (axilar). Este es el método menos confiable, pero se puede usar para una primera medición a fin de revisar a un niño de cualquier edad que tiene signos de estar enfermo. Es posible que el proveedor quiera confirmar la fiebre tomando la temperatura rectal.
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En la boca (oral). No use el termómetro en la boca de su hijo hasta que tenga al menos 4 años.
Use el termómetro rectal con cuidado. Siga las instrucciones del fabricante del producto para usarlo de forma adecuada. Colóquelo con cuidado. Etiquételo y asegúrese de no usarlo en la boca. Podría transmitir gérmenes de las heces. Si no se siente cómodo usando un termómetro rectal, pregunte al proveedor de atención médica qué otro tipo puede usar. Cuando hable con el proveedor de atención médica sobre la fiebre de su hijo, infórmele qué tipo de termómetro usó.
A continuación, encontrará valores de referencia que lo ayudarán a saber si su hijo tiene fiebre. Es posible que el proveedor de atención médica de su hijo le dé valores diferentes. Siga las instrucciones específicas que le dé el proveedor.
Medición de temperatura en un bebé menor de 3 meses:
Medición de temperatura en un niño de 3 a 36 meses (3 años):
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En el recto, la frente o el oído: 102 °F (38.9 °C) o superior
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En la axila: 101 °F (38.3 °C) o superior
Llame al proveedor de atención médica en los siguientes casos:
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Picos de fiebre reiterados de 104 °F (40 °C) o superior en un niño de cualquier edad
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Fiebre de 100.4 °F (38 °C) o superior en un bebé de menos de 3 meses
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Fiebre que dura más de 24 horas en un niño menor de 2 años
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Fiebre que dura 3 días en un niño de 2 años o más