Enfermedad febril con causa incierta (adultos)
Usted tiene fiebre, pero no se sabe qué la ha ocasionado. La fiebre es una reacción natural del cuerpo ante una enfermedad, como las infecciones ocasionadas por un virus o una bacteria. En ocasiones, otras afecciones, como el cáncer o enfermedades inmunitarias, pueden causar fiebre. Esto es más probable si la fiebre dura más de una semana o dos. En la mayoría de los casos, la temperatura más alta en sí no hace daño. En realidad, ayuda a que el cuerpo pueda luchar contra las infecciones. No necesita tratar la fiebre a menos que le cause mucha incomodidad.
En ocasiones, la fiebre puede ser uno de los primeros síntomas de una infección más grave o de otra afección. Asegúrese de realizar un seguimiento si su afección no mejora o empeora.
Cuidados en el hogar
A menos que reciba otras instrucciones de su proveedor de atención médica, siga estos consejos para cuidarse en el hogar.
Cuidados generales
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Si los síntomas son graves, descanse en su casa durante los primeros 2 o 3 días. Cuando regrese a la actividad, trate de no cansarse demasiado.
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Por su estado de salud general, no fume. Evite también exponerse al humo de cigarrillos de otras personas.
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Puede que no tenga muchos deseos de comer. Es por eso que una dieta ligera es adecuada. Tome de 6 a 8 vasos de líquidos al día para mantenerse hidratado. Esto incluye agua, refrescos, bebidas deportivas, jugos, té o sopa. Si tiene congestión, la abundancia de líquido ayuda a desprender las secreciones de la nariz y los pulmones.
Medicamentos
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Puede usar paracetamol o ibuprofeno para controlar el dolor o bajar la temperatura, a menos que le hayan recetado otro medicamento. Si tiene una enfermedad crónica del hígado o de los riñones, o alguna vez tuvo una úlcera estomacal o hemorragia gastrointestinal, consulte con el proveedor de atención médica antes de tomar estos medicamentos. Hable también con el proveedor si está tomando un medicamento para prevenir la formación de coágulos de sangre. No le dé aspirina a ningún menor de 19 años, a menos que se lo indique el proveedor. Puede causar una enfermedad grave llamada síndrome de Reye. Esto normalmente afecta el cerebro y el hígado.
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Si le recetaron antibióticos por una infección, tómelos hasta que se terminen o hasta que su proveedor de atención médica le indique que se detenga. Es importante que tome todos los antibióticos, aunque se sienta mejor. Esto es para asegurarse de que la infección haya desaparecido. Los antibióticos generalmente no se administran para una infección viral o fiebre con una causa desconocida.
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Los medicamentos de venta libre no acortarán la duración de la enfermedad. Pero pueden ayudar a aliviar los síntomas. Estos incluyen dolor de garganta, congestión nasal y de la cavidad nasal. Consulte a su farmacéutico para que le realice alguna sugerencia de productos. No use descongestivos si tiene presión arterial alta.
Atención de seguimiento
Programe una cita de seguimiento con el proveedor de atención médica, o según le hayan indicado.
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Si se le hizo un análisis de laboratorio u otras pruebas, le informarán si es necesario cambiar el tratamiento. Llame a su proveedor de atención médica según le hayan indicado para pedir los resultados.
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Si le tomaron radiografías, tomografías computarizadas o resonancias magnéticas, las revisará un especialista. Le informarán los resultados nuevos que puedan afectar la atención médica que recibe. Llame a su proveedor de atención médica según le hayan indicado para pedir los resultados.
Cuándo llamar al 911
Llame al 911 si tiene algo de lo siguiente:
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Dificultad para respirar o tragar, o sibilancias
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Dolor de pecho
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Confusión
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Somnolencia extrema o problemas para despertarse
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Desmayo o pérdida del conocimiento
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Frecuencia cardíaca acelerada
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Presión arterial baja
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Vómitos con sangre o grandes cantidades de sangre en las heces
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Convulsiones
Cuándo debe buscar atención médica
Llame al proveedor de atención médica de inmediato ante cualquiera de las siguientes situaciones:
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Tos con mucho esputo de color (mucosidad)
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Sangre en las heces
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Dolor de cabeza intenso
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Dolor en la cara, el cuello, la garganta o los oídos
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Sensación de adormecimiento
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Dolor abdominal
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Diarrea o vómitos persistentes, heces con sangre
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Dolor en las articulaciones o algún nuevo sarpullido
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Sensación de ardor al orinar
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Fiebre de 100.4 °F (38 °C) o superior, o según le indique el proveedor
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Escalofríos con temblores
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Sensación de debilidad o mareo
Online Medical Reviewer:
Barry Zingman MD
Online Medical Reviewer:
L Renee Watson MSN RN
Online Medical Reviewer:
Rita Sather RN
Date Last Reviewed:
6/1/2022
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